¿Qué piensa la inteligencia artificial sobre su propio futuro?
Gemini también hace sus predicciones sobre la posibilidad de que esta tecnología tome el lugar de la humanidad en varios aspectos de la vida diaria.
La inteligencia artificial ha transformado drásticamente diversos aspectos de la vida humana en los últimos, desde la tecnología hasta la economía, la medicina y la educación. Y seguramente seguirá evolucionando, llegando a más aspectos de nuestra vida. La misma IA tiene clara esta proyección.
Así que le preguntamos a ChatGPT y Gemini, dos de los chatbots más usados, sobre lo que ellos consideran será el futuro de la tecnología que les da vida y cómo será la forma en la que afectará nuestras vidas.
Tanto ChatGPT como Gemini coinciden en que el futuro de la IA es prometedor, con un impacto transformador en casi todas las áreas de la sociedad. Según ChatGPT, la IA está en constante evolución y se proyecta que influenciará sectores tan diversos como la tecnología, la medicina y la economía.
La IA ha demostrado ser una herramienta poderosa, y su capacidad para automatizar procesos, mejorar diagnósticos médicos y desarrollar nuevas tecnologías la posiciona como una de las fuerzas más revolucionarias del siglo XXI.
Gemini, por su parte, subraya que la IA seguirá desarrollándose hacia sistemas más avanzados y autónomos. Esta evolución permitirá que la IA sea capaz de realizar una amplia gama de tareas, acercándose a la inteligencia general o AGI, un ideal teórico en el que las máquinas podrían realizar cualquier tarea intelectual que un ser humano pueda hacer.
Uno de los cambios más significativos que ambos sistemas destacan es la transformación del trabajo humano. ChatGPT señala que la automatización ya está afectando a industrias como la manufactura, el transporte y los servicios financieros. A medida que la IA asuma tareas repetitivas y peligrosas, los trabajos más creativos, estratégicos y basados en habilidades interpersonales cobrarán mayor relevancia.
Gemini va un paso más allá al predecir que la IA será uno de los principales impulsores de la Revolución Industrial 4.0, automatizando numerosos procesos y generando nuevas oportunidades de empleo. No obstante, también advierte sobre los empleos que podrían volverse obsoletos, un desafío que tanto gobiernos como empresas deberán enfrentar para evitar una brecha socioeconómica creciente.