El futuro será híbrido
Hace apenas tres años, la idea de que una máquina pudiera escribir código más o menos decente, depurarlo e incluso dar mejoras parecía algo totalmente absurdo. Hoy, herramientas como GitHub Copilot, ChatGPT o las nuevas herramientas de Google y Amazon han cambiado la situación.
Muchos programadores miran de reojo y con cierto miedo el futuro de su profesión. ¿De verdad la IA va a quitarnos el trabajo? ¿O hay margen para adaptarse y salir con más fuerza y mejor de esta revolución? La respuesta, aunque es cierto que da vértigo, no es tan apocalíptica como algunos titulares dejan entrever. No está todo perdido, pero tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados.
Lo primero que hay que entender es que la IA, por muy avanzada que sea, todavía está lejos de reemplazar al desarrollador humano de calidad. En tareas de alto nivel, la IA iguala el rendimiento de un programador junior, pero se aleja mucho de la capacidad de un profesional sénior.